8 de diciembre de 2009

> La Perspectiva Como Hermeneutica Del Proyecto



Alejandro Abaca

Este artículo forma parte de una serie de reflexiones respecto del proyecto que he decidido nominar Hermenéutica del Proyecto, como parte de una construcción de saberes y prácticas que nos permitan teorizar y pensar la práctica social del proyectar. Por eso he querido comenzar esta serie de publicaciones en este blog de nuestra cátedra para compartir con todos los estudiantes el imaginario de espacialidades resultantes de una proyectualidad que se sale de los talleres y se enciende en cada papel, en cada pantalla, en cada ventana, en cada acto individual o colectivo del proyecto.

Considero también a la perspectiva como la métrica abstracta del espacio, como un método que se realiza a partir de un conjunto reglado de operaciones, un algoritmo.
Perspectiva es una palabra latina que significa “mirar a través”, mirar a través de la “ventana” que se construye entre nuestro ojo y el cuadro o plano figurativo.

La intersección que se forma entre el punto del centro visual que conecta con cada uno de los puntos de la forma en el espacio que se pretenda componer o diseñar, es lo que ubicamos en el plano del cuadro. El punto de vista a su vez está ubicado en el plano ortogonal al plano del cuadro, que en su intersección se obtiene una traza que denominamos línea de horizonte, línea que contiene a los puntos de fuga y a los medidores, que expresan la distancia real entre el cuadro y el observador.

Esta nueva espacialidad -donde el espacio ya no es direccional, no está jerarquizado, ni orientado como lo fue durante el medioevo- se construye sobre una nueva noción de espacio: homogéneo e infinito, equivalente en sus cuatro direcciones, con una estructura regular sustentada en las matemáticas y la geometría, como ciencias de la forma, por lo tanto el cuadro es sólo una ventana a través de la cual vemos una fracción particular de una realidad representada, que formula un nuevo sujeto que vive en perspectiva “el sujeto está en relación con el objeto” y desde esa espacialidad de la perspectiva que los incluye, comienza una de las transformaciones culturales y sociales más grandes de la historia que fue la contribución a la irrupción del mundo capitalista.

Esta espacialidad tiene diversas dimensiones, una gráfica resultante del dibujo que nos remite al espacio arquitectónico, otra geográfica que tiene relación directa con el descubrimiento que la tierra es redonda y se afirma con la conquista de los europeos de nuestro continente americano y por último una dimensión cósmica que tiene relación con el nuevo universo que surge a partir de las nuevas hipótesis del sistema solar.

Considero también a la “hermenéutica” como el conjunto de conocimientos y técnicas que permiten que los signos hablen y nos descubran sus sentidos. La palabra “hermenéutica” -derivada de la voz griega hermeneuo significa explicar un texto- la utilizo para resumir las distintas consideraciones, principios y normas que nos ayudan a llegar a una interpretación adecuada. La hermenéutica como ciencia de la interpretación, nos da la clave para poder aproximarnos a dos ideas hasta ahora desconocidas: la noción de proyecto y la otra un nuevo concepto de infinito, esto dan origen a la construcción de un espacio infinito, constante y homogéneo, un espacio matemáticamente puro, en oposición a la de un espacio sensible, que se erige desde los límites de nuestra percepción.

Esta noción de infinito se resuelve en los puntos de fuga.

Este espacio homogéneo se configura donde todos los puntos pueden volver a crear construcciones similares en todos los sentidos.

La proyectación en perspectiva abstrae el espacio visual y lo transforma en un espacio métrico, matemático, muy distinto del espacio que percibimos en nuestra retina, pero resuelve en la superficie del plano la posibilidad de expresar la profundidad.

Expresa sin embargo al objeto representado desprovisto de temporalidad, pero congela ese instante y lo genera desde su estructura formal, como sucesiones de líneas, de puntos, sin ninguna materialidad. Lo artístico y lo científico están unificados en la perspectiva, Cuando la perspectiva deja de ser solo un dibujo abstracto vuelve a comunicar otra idea, se llena de colores, de texturas, se temporaliza, se contextualiza y encontramos que podría ser un cuadro de Ucello, un dibujo de Bruneleschi, o simplemente un registro de un objeto que está en plena materialización de su forma en un proceso de proyecto.

La perspectiva nos permite pensar, imaginar un lugar, nos permite prefigurar fragmentos de un deseo, de una idea que puede manifestarse en términos de espacio. Esta métrica del espacio construye un conocimiento ubicado en el campo del saber proyectual, entra en la lógica del espacio desde la razón y lo sensible.

Como dice Doberti, el proyecto no es ciencia, tampoco es arte, se sustenta en la posibilidad de manifestarse en los dibujos logrados desde el recurso de la perspectiva. El proyecto como la anticipación a la forma materializada, es nuestra manera de hacer “prospectiva”, de crear y recrear nuevas formas.

En esta instancia la perspectiva es un instrumento que nos permite expresar espacialidades y sus cualidades.

Siguiendo a Doberti en “La cuarta posición”, podemos decir que un proyectista –arquitecto o diseñador- que no asuma las problemáticas del espacio, reconociendo y capacitándose en su lógica específica, lógica que atiende tanto a su plano más general o abstracto como a su dimensión más contextualizada y sensible, carecería de una de las calificaciones más precisas que lo instituyen como proyectista.

Finalmente el espacio se define como ámbito específico donde se desarrolla la vida humana, como realidad necesitada de interpretación para acordarle sentido, como entidad donde nace y se desarrolla el pensamiento racional, como campo de las manifestaciones sensibles, como organización de escalas que van del espacio arquitectónico al cosmos, demandando una serie de operaciones lógicas que el proyectar y el pensar permiten abordar, la perspectiva forma parte de uno de los cimientos del proceso de generación de la forma, del proceso de proyecto, en definitiva como hermenéutica del proyecto.


Referencias:
Alexandre Koyré (1892, Taganrog, Rusia – 1964, París, Francia) filósofo e historiador de la ciencia francés de origen ruso, en 1957 publica Del mundo cerrado al Universo infinito.

Roberto Doberti, Espacialidades. Editorial Infinito, Buenos Aires, 2008.